¿Deberíamos llevar a cabo todo aquello que pensamos?
Lo que queremos, las consecuencias, los riesgos que conllevan nuestras decisiones ¿Ya vendrán? 
Nosotros mismos tendremos que afrontarlos. ¿Pero y si no hay más riesgo que el propio presente?
Un riesgo constante, estás a punto de caer...y la tentación ha querido formar parte.

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